Brindó información fundamental para para detener a Roberto Rejas, un ex guardiacárcel que se fugó del Cuartel de Bomberos de Tucumán tras ser condenado a prisión perpetua por matar a su ex pareja y a su hijo de 2 años en 2016.
El gobierno de Tucumán pagó dos millones de pesos de recompensa a una persona que aportó la información que permitió encontrar y detener en octubre pasado a un ex guardiacárcel que se fugó del Cuartel de Bomberos de Tucumán tras ser condenado a prisión perpetua por matar a su ex pareja y a su hijo de 2 años en 2016.
Según informó el Ministerio de Seguridad local, la persona que brindó la información necesaria para capturar el 14 de octubre pasado a Roberto Rejas recibió la recompensa que había sido establecida por el Gobierno de Tucumán, el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de Seguridad durante la búsqueda.
Rejas, de 36, era intensamente buscado desde el 27 de septiembre último, cuando pidió ir al baño y se fugó por una ventana de la sede de bomberos, donde estaba detenido transitoriamente tras ser sentenciado por los asesinatos de su ex pareja, Milagros Avellaneda (26), y de su hijo Benicio (2), cometidos en el año 2016 y cuyos cuerpos no fueron hallados.
A partir de los datos aportados por el testigo de identidad reservada, el prófugo fue finalmente localizado y detenido en el camping “Mi Tata”, ubicado en el paraje El Saladillo, a 5 kilómetros de Coronel Moldes, en Salta.
Agüero Gamboa explicó que “se trata de una persona oriunda de otra provincia que se manejó con la mayor discreción y nos pidió toda la reserva del caso por razones de seguridad”.
“En ese momento de la investigación esta persona aportó el dato que fue recibido y corroborado, puesto que seguía las líneas investigativas que se llevaban adelante, y ahora estamos cumpliendo con la palabra del gobierno y agradeciendo a esta persona en nombre de la ciudadanía y de la familia de las víctimas”, agregó el funcionario.
Por su parte, la persona que aportó la información destacó que, más allá de la recompensa, es necesario «tener empatía y pensar en el dolor de la madre y toda la familia y saber que nadie está exento de esto”.
De acuerdo con la investigación del caso, Milagros y Benicio fueron vistos por última vez el 28 de octubre de 2016 cuando salieron de su casa, ubicada en el Barrio Lola Mora, donde ambos vivían junto a otro hijo de la mujer y a su madre y abuela de los niños.
Según se determinó en la causa, madre e hijo estuvieron en la zona del Parque 9 de Julio a bordo del auto de Rejas, a quien la mujer le reclamaba que reconociera a Benicio como hijo de ambos.
En ese momento, Milagros le envió mensajes a una amiga, en los que le manifestó que Rejas la estaba golpeando. Esa fue la última actividad que se registró en el celular de la joven, quien al igual que el niño perdió desde ese día contacto con todos sus allegados.
Para los investigadores fue en ese momento que el ahora condenado los asesinó e hizo desaparecer los cuerpos. De la pesquisa surgió que también ese día Rejas apagó su celular y lo prendió siete horas más tarde.
El 22 de septiembre de este año, a partir de un fallo unánime dictado por los jueces Stella Maris Arce, Alicia Freidenberg y Eduardo Romero Lascano, Rejas fue condenado a prisión perpetua por los delitos de «homicidio agravado por violencia de género y alevosía», y se dispuso su prisión preventiva en el cuartel de Bomberos por seis meses hasta que la sentencia quede firme, de donde días más tardes se fugó.