Aun con la suba de $3,50 que registró el martes, que lo dejó en un pico de $187, el tipo de cambio paralelo es el que menos creció en lo que va de 2021.
Los economistas esperan volatilidad en las próximas semanas y unas ruedas complicadas para el Banco Central..
Las elecciones lo hacen temblar. Cuando restan cuatro días para las PASO, el dólar blue saltó $3,50 y se ubicó en el máximo del año: $187. Aun con este salto, es el tipo de cambio que menos creció en lo que va de 2021, y todavía le falta enfrentar las elecciones generales en noviembre. Es por eso que los economistas esperan más volatilidad en las próximas semanas y unas ruedas complicadas para el Banco Central.
Claro que todo depende del resultado electoral. A grandes rasgos, si el Gobierno empata o pierde, es probable que haya más emisión para “poner más plata en el bolsillo de la gente”, señalan los economistas consultados , por lo que podría haber más liquidez que a su vez se vaya al dólar (y, por ende, impacte en su precio). Si el Gobierno, en cambio, gana, el escenario sería más calmo.
“El Gobierno va a intentar pasar las elecciones con el dólar planchado, siguiendo con su estrategia antiinflacionaria”, explica María Castiglioni, de C&T Asesores Económicos, sobre la decisión de anclar los precios a un peso que se deprecia a cuentagotas. Añade que, en este momento, el Banco Central tiene margen para sostenerlo con intervenciones, pero no deja de ser una estrategia riesgosa “porque ya pasó la abundancia de divisas”.
“Todo indica que antes de las elecciones del 14 de noviembre el Gobierno va a intentar sostener la cotización oficial con este deslizamiento. Quizás acelera un poco, pero en el fondo seguirá haciendo este juego de contrapeso para la inflación”, dice, en el mismo sentido, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma.
En cambio, la diferencia entre el dólar oficial y los paralelos tendrá con comportamiento distinto. “La brecha estará presionada mientras no haya señales positivas relacionadas con un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Hoy hay una situación macro frágil, una demanda de pesos débil, un balance del Banco Central más deteriorado en un semestre más desafiante, porque se concentra mayor déficit fiscal y el agro hace menor oferta de dólares”, señala Martín Vauthier, economista de Anker Latinoamérica.
“Las brechas se van a seguir incrementando si no hay cambio de enfoque o si se sigue profundizando este enfoque. Tienen terreno para seguir, más ante un mercado de cambios con reservas muy justas y descontando que van a tener que seguir con el cepo”, proyecta Caamaño. Entonces, ¿el dólar blue va a seguir subiendo? Sí, pero no necesariamente de manera lineal, dice el economista. “En este contexto, los paralelos libres pueden seguir aumentando, pero con su volatilidad característica: haciendo serrucho con tendencia ascendente”, suma.
“La tendencia va a ser volátil. Si el resultado electoral es favorable a la oposición, puede haber alguna calma financiera y eso es lo que estuvieron descontando los bonos, acciones y el contado con liquidación (CCL)”, dice Juan Ignacio Paolicchi, analista de Empiria. “De todos modos, una brecha del 80% entre el dólar oficial y los paralelos es inviable para cualquier economía”, sigue, y agrega: “Si el resultado del oficialismo es malo, se va a acelerar el gasto y eso le podría poner presión al blue, que es lo que pasó en el segundo semestre de 2020″.
Si el resultado del oficialismo es malo no solo va a haber mayor déficit y emisión, lo que se traduce en más liquidez que se puede volcar al dólar. “En el mediano plazo, el mercado puede ver que un mal resultado para el Gobierno dé más equilibrio en el Congreso, pero en el corto plazo la volatilidad del mercado paralelo se dará por noticias y especulaciones”, apunta Castiglioni.
“Todo indica que antes de las elecciones del 14 de noviembre el Gobierno va a intentar sostener la cotización oficial con este deslizamiento», dice Caamaño.