Se trata de una aeronave que asistía en los siniestros en Quillén, en la localidad de Aluminé.
Un helicóptero que combatía los incendios en la Patagonia se cayó este miércoles. La aeronave estaba en la zona de los incendios en lote 39 en Quillén, Aluminé, que llevan más de una semana azotada por las llamas.
Según las primeras informaciones, el piloto y un mecánico que viajaban en una aeronave murieron. Aún no se confirmó si había algún otro tripulante en el vehículo.
Todavía se desconocen los motivos por los que el helicóptero se precipitó a tierra y los investigadores comenzaron la tareas para determinar cuáles fueron las causas que desataron esta tragedia, que le suma dramatismo al desastre natural y ecológico que ya causó el fuego, con más de 6 mil hectáreas arrasadas. Además, se confirmó que la aeronave explotó apenas tocó el suelo.
Trascendió que las dos victimas fatales no son oriundas de la provincia de Neuquén, porque se trataba de personal de la empresa contratada que es de Buenos Aires.
Menor intensidad
El gobernador Omar Gutiérrez recorrió ayer la zona del incendio en el lote 39 del Quillén y se había reunido con los brigadistas. Si bien el fuego sigue activo, hay lugares en los que se pudo frenar el avance de las llamas y se deberán mantener guardias de vigilancia de las cenizas durante un largo tiempo para evitar que se reaviven las llamas.
Horas antes, el intendente del Parque Nacional Lanín, Salvador Bellido, había asegurado que la había bajada la intensidad del incendio en Quillén, lo que permitía mejores condiciones para el acceso de los brigadistas a la zona de desastre ya que pueden realizar las tareas por sectores, tanto por tierra como por aire.
Durante los primeros días, este incendio quemó bosques nativos y también bosques implantados con pinos con mucha intensidad.
En los focos, trabajan 150 brigadistas y 3 aviones para terminar de apagar las llamas que se iniciaron tras la tormenta eléctrica. Antes de la tragedia, los helicópteros que estaban en funciones eran cinco.