Lo sucedido no tiene nada que ver con una casual intoxicación sino con actos de indisciplina.
El malestar en los pasillos xeneizes es total. Muchos se sorprendieron cuando Edwin Cardona, Sebastián Villa y Carlos Zambrano ocuparon un lugar en el banco de suplentes el martes ante Newell’s, en un partido que Boca empató de local complicando su clasificación a la próxima Copa Libertadores.
Después de que la intensa lluvia del domingo impida que el partido se realice ese día como estaba pactado, el encuentro fue postergado para el martes. Ante esta situación, el técnico Sebastián Battaglia decidió liberar de la concentración al plantel lunes entre las 12 y las 22 horas. La mayoría de los jugadores regresaron en tiempo y forma como corresponde a un deportista profesional: no fue el caso de Cardona, Villa y Zambrano.
De acuerdo a información de parte de allegados al plantel, hay dos historias distintas. En el caso de Cardona y Villa, ellos jamás regresaron a sus hogares. Los futbolistas colombianos, una vez liberados, se dirigieron a una sucursal de una cadena de cafeterías top que se encuentra a una cuadra de un exclusivo complejo residencial de Puerto Madero. Allí se encontraron con unas chicas y todos se dirigieron a un departamento que Villa tiene en el citado barrio porteño, donde hicieron una fiesta donde el alcohol abundó. Desde allí, los jugadores fueron directamente a la concentración, a la que arribaron 21:45, a tiempo pero en estado de ebriedad.
Por el lado de Zambrano, él no habría estado en la citada fiesta y si habría regresado a su hogar. Pero aseguran que a la concentración llegó en un estado de excesivo consumo de alcohol, al punto que hasta le costaba trasladarse con normalidad.